¿Sabías que...? La carta más antigua escrita por una mujer. Autor José María Puga
Publico en la sección de ¿Sabías que...? un interesante artículo de José María Puga donde nos contara cual fue la primera carta escrita por una mujer.
Muchas gracias José María.
Espero que os guste.
La carta
más antigua escrita
por una mujer
La Muralla de Adriano,
fortificación romana levantada en el norte de Britania, se extendía desde el golfo de Solway, en el oeste, hasta
la desembocadura del río Tyne, en el este. Su función era la de proteger la
frontera norte de la zona romana en Britania contra los caledonios. También
marcó la frontera de la jurisdicción civil romana. El emperador Adriano ordenó
su construcción hacia el 122 d.C. Estaba construida de piedra en su totalidad
tenía de 2,4 a 3 m de grosor y probablemente de 3,6 a 4,8 m de altura. Fue
abandonada hacia el año 400. A lo largo de su trazado se han descubierto
asentamientos militares y civiles de gran importancia como el de Vindolanda,
cerca de la localidad de Chesterholm, al norte de Inglaterra.
Este campamento romano
amurallado, Vindolanda, cumple formalmente las normas de construcción romana,
forma cuadrada, cruzado perpendicularmente por las dos vías principales, “Cardo
Máximus” y “Cardo Decumanus”, que quedaban delimitadas por las cuatro puertas
en la muralla y con una distribución interna ortogonal que delimitaba el
conjunto de las dependencias del asentamiento.
En ese yacimiento inglés se han
conservado objetos de madera, de cuero, así como objetos de metal, monedas y
vasijas, pero uno de los descubrimientos
que distingue a Vindolanda son unas tablillas de madera mitad-quemadas que han
revolucionado los conocimientos sobre la vida de la gente en esa frontera y
cuáles eran sus preocupaciones.
Las tablillas de Vindolandia (finales del
siglo I d. C), son una serie de tablillas de madera conteniendo mensajes breves
que se intercambiaban los militares romanos asentados en Vindolanda con otros
de otros lugares. La mayoría tratan cuestiones cotidianas relativas al suministro
y otros asuntos prácticos en la vida de la guarnición. Son abundantes las
referencias que se hacen al estilo de vida y costumbres de una importante
guarnición militar romana. Se encontraron en las excavaciones realizadas en los
años ochenta del pasado siglo XX. Aparecieron más de 1000, de las cuales unas
doscientas constituyen documentos significantes.
Son verdaderos documentos postales,
cartas, similares a una actual tarjeta postal, escritas en una cara y figurando
en la otra el destinatario. Es posible que las cartas de esta clase viajasen a
menudo como parte de un conjunto y eran dirigidas simplemente a los individuos
(identificado por nombre y destino) dentro de una unidad militar. Están
construidas con madera de roble con la superficie bien pulida.
Restos de una tableta no
escrita
Escribían en ellas con plumas construidas
de hierro o madera dura. Está escritas en latín cursiva, sin puntuaciones ni
espacios, a doble columna, muy abreviadas, el destinatario y la dirección están
en la primera línea seguidos por un saludo en la segunda línea. Utilizaban
tinta compuesta de carbón, goma arábiga y agua. Estas tablillas se han
conservado milagrosamente gracias a las condiciones anaerobias en esas
profundidades que las han preservado de la desintegración normal.
Restos de una tableta
escrita
El formato de la letra
de Vindolanda es idéntico. La hoja se utiliza en su mayor dimensión, a lo
ancho. Se escribe en dos columnas (de izquierda a derecha, por supuesto), de
las cuales la columna izquierda tiende a ser más amplia que la de la derecha.
La dirección se escribe en la otra cara. Varias de las tablillas de Vindolanda
contienen unas muescas cortadas en los
bordes derecho y izquierdos, al parecer para atar varias de ellas entre si, a
modo de libro plegado en Zig-zag, cuando se empleaban varias para el mismo
destinatario.
Como ejemplo de un
mensaje que sabemos que ha llegado a destino, podemos tomar la carta que
Sulpicia Lepidina, la esposa del comandante de una fortaleza próxima, envió a
Claudia Severa, la esposa del comandante de Vindolanda, y que se recibió en la
guarnición romana de Vindolanda hacia el año 105 D.C. en la que le invitaba a
su cumpleaños.
Se trata de una carta
conmovedora, y dice así: Claudia · Seuerá Lepidinae suae salutem. iii Idus
Septembres soror ad diem sollemnem natalem meum rogó libenter faciás ut uenias
ad nos iucundiorem mihi diem interuentú tuo facturá si [...] Cerialem tuum
salutá Aelius meus [...] et filiolus salutant [...] sperabo te soror. uale soror
anima mea ita ualeam karissima et haue
En el remite:
En el remite:
Sulpiciae Lepidinae Cerialis a Seuera
Su traducción sería:
Saludos de Claudia
Severa a su Lepidina. El 11 de septiembre, hermana, día de la celebración de mi
cumpleaños, te ruego que si quieres vengas para hacernos felices con tu
presencia. Saludos a tu Cerial de mi Elio y mi hijito.
Te espero, hermana.
Adiós, hermana, alma mía, prospera como yo, saludos.
Remite: a Sulpicia
Lepidina, esposa de Cerial, de Severa.
Esta es la carta más antigua escrita en
latín por una mujer que se haya encontrado hasta ahora.
José
María Puga
Bibliografia:
Varias páginas de Internet.
Vemos otro post cualquiera por si le encontraras alguna utilidad?